LA SILLA
1978, 50x70cm, Óleo brillante sobre lienzo

Una simple silla de madera con asiento de paja trenzada, protagonista absoluta de un interior doméstico, en un estilo que evoca la célebre pintura de Vincent van Gogh.
La obra representa una simple silla rústica de madera con un asiento de paja trenzada, ubicada en un rincón de una habitación. La silla tiene una estructura esencial con tres travesaños horizontales que forman el respaldo y se apoya sobre un suelo de terracota de tonalidad rojiza, dispuesto en un patrón diagonal. Las paredes de la habitación presentan colores contrastantes: la de la izquierda es de un tono claro, tendente al beige-amarillento con matices verdosos, mientras que la de la derecha es de un azul-gris más oscuro e intenso. La composición es deliberadamente simple, creando una atmósfera de soledad y cotidianidad, donde el objeto ordinario se convierte en protagonista y asume un valor simbólico, casi un retrato de la ausencia humana.
Técnica pictórica:
La obra está realizada al óleo sobre lienzo. La técnica se caracteriza por pinceladas visibles y matéricas que construyen la forma a través de capas de color. El artista ha utilizado una paleta relativamente limitada pero expresiva, dominada por tonos cálidos para la silla (ocre, marrones, amarillos) que contrastan con los tonos más fríos y neutros de las paredes. La textura del asiento de paja está representada con pinceladas radiales que parten del centro, creando un efecto de movimiento. El suelo de terracota está pintado con pinceladas decididas y direccionales que evidencian su disposición diagonal. La luz en la obra parece provenir de la izquierda, creando sutiles sombras y dando profundidad a la escena sin dramáticos contrastes de claroscuro.
Semejanza con el cuadro de Van Gogh:
Esta obra presenta evidentes referencias estilísticas y temáticas al arte de Vincent van Gogh, en particular a su célebre serie de las sillas (como “La silla de Vincent” de 1888). Las similitudes incluyen:
- La elección del objeto cotidiano elevado a protagonista del lienzo
- El uso de pinceladas visibles y direccionales que construyen la forma
- La perspectiva ligeramente distorsionada que aumenta la expresividad
- Los contrastes cromáticos entre colores complementarios (azul-naranja)
- El enfoque emotivo más que puramente descriptivo del objeto
Como en Van Gogh, también aquí la silla parece asumir una dimensión casi antropomórfica, convirtiéndose en una presencia que evoca la ausencia humana. La composición rigurosa pero la representación emotiva del tema recuerdan el enfoque del maestro holandés, que veía en los objetos cotidianos un reflejo de la condición humana y una oportunidad para explorar las potencialidades expresivas del color y la materia pictórica.

Una simple silla de madera con asiento de paja trenzada, protagonista absoluta de un interior doméstico, en un estilo que evoca la célebre pintura de Vincent van Gogh.
La obra representa una simple silla rústica de madera con un asiento de paja trenzada, ubicada en un rincón de una habitación. La silla tiene una estructura esencial con tres travesaños horizontales que forman el respaldo y se apoya sobre un suelo de terracota de tonalidad rojiza, dispuesto en un patrón diagonal. Las paredes de la habitación presentan colores contrastantes: la de la izquierda es de un tono claro, tendente al beige-amarillento con matices verdosos, mientras que la de la derecha es de un azul-gris más oscuro e intenso. La composición es deliberadamente simple, creando una atmósfera de soledad y cotidianidad, donde el objeto ordinario se convierte en protagonista y asume un valor simbólico, casi un retrato de la ausencia humana.
Técnica pictórica:
La obra está realizada al óleo sobre lienzo. La técnica se caracteriza por pinceladas visibles y matéricas que construyen la forma a través de capas de color. El artista ha utilizado una paleta relativamente limitada pero expresiva, dominada por tonos cálidos para la silla (ocre, marrones, amarillos) que contrastan con los tonos más fríos y neutros de las paredes. La textura del asiento de paja está representada con pinceladas radiales que parten del centro, creando un efecto de movimiento. El suelo de terracota está pintado con pinceladas decididas y direccionales que evidencian su disposición diagonal. La luz en la obra parece provenir de la izquierda, creando sutiles sombras y dando profundidad a la escena sin dramáticos contrastes de claroscuro.
Semejanza con el cuadro de Van Gogh:
Esta obra presenta evidentes referencias estilísticas y temáticas al arte de Vincent van Gogh, en particular a su célebre serie de las sillas (como “La silla de Vincent” de 1888). Las similitudes incluyen:
- La elección del objeto cotidiano elevado a protagonista del lienzo
- El uso de pinceladas visibles y direccionales que construyen la forma
- La perspectiva ligeramente distorsionada que aumenta la expresividad
- Los contrastes cromáticos entre colores complementarios (azul-naranja)
- El enfoque emotivo más que puramente descriptivo del objeto
Como en Van Gogh, también aquí la silla parece asumir una dimensión casi antropomórfica, convirtiéndose en una presencia que evoca la ausencia humana. La composición rigurosa pero la representación emotiva del tema recuerdan el enfoque del maestro holandés, que veía en los objetos cotidianos un reflejo de la condición humana y una oportunidad para explorar las potencialidades expresivas del color y la materia pictórica.