PENSAMIENTO POSITIVO

1994, 50x70cm, Óleo brillante sobre lienzo

PENSAMIENTO POSITIVO

Retrato de la familia del pintor, como símbolo de un nuevo comienzo positivo.

“Pensamiento positivo” es una obra de 1994, que representa una escena surrealista ambientada en una playa con el mar al fondo. En el centro de la composición se encuentra una figura masculina sentada sobre una gran flor roja, que viste solo un bañador de lunares. La figura tiene un cachorro de tigre en el hombro y otro cachorro de tigre en el regazo. A la derecha, una mujer con cabello rizado castaño claro, está sentada junto a una niña vestida de amarillo, que sostiene un pequeño loro “inseparable” entre las manos. Junto a ellos se encuentra una jirafa que emerge de la arena. En primer plano en la playa hay algunas focas o leones marinos. El cielo está poblado por numerosas gaviotas blancas en vuelo, mientras que al fondo se ven nubes azul oscuro que contrastan con un cielo más claro.

Técnica pictórica:

La obra está realizada con la técnica del óleo brillante sobre lienzo, como se indica en la descripción. El artista utiliza una paleta de colores vivos y contrastantes, con predominio de azules intensos para el cielo y el mar, tonos cálidos como rojo y naranja para la gran flor central, y blancos luminosos para las gaviotas. La pincelada aparece lisa y detallada, con una representación realista de las figuras humanas y de los animales que contrasta con el planteamiento surrealista de la escena. La composición está equilibrada entre elementos terrestres (la playa con los personajes) y aéreos (el cielo con las gaviotas), creando un sentido de armonía visual.

Elementos simbólicos, significados ocultos:

El título “PENSAMIENTO POSITIVO” sugiere inmediatamente el tono optimista y soñador de la obra. La presencia de animales salvajes (tigres, jirafa) en pacífica convivencia con los humanos simboliza la armonía con la naturaleza y quizás un deseo de retorno a un estado de inocencia primordial. Las gaviotas en vuelo representan probablemente libertad y aspiraciones elevadas, mientras que la gran flor roja sobre la que se sienta la figura masculina podría simbolizar vitalidad, crecimiento y belleza. Siendo un retrato de la familia del artista, como se indica en la descripción, la obra asume una dimensión personal y afectiva. La elección de representar a sus seres queridos en este ambiente fantástico e idílico revela el deseo de proyectar a su propia familia en una dimensión de sueño y protección, lejos de las dificultades cotidianas. Los animales exóticos representan cualidades que el artista atribuye a sus familiares: fuerza y valentía (tigres), dulzura y adaptabilidad (jirafa).

Conclusión:

“PENSAMIENTO POSITIVO” es una obra que fusiona elementos realistas y surrealistas para crear un retrato familiar cargado de simbolismo y esperanza. El artista, a través de esta representación onírica de su propia familia, expresa un mensaje de optimismo y armonía, en línea con el título mismo de la obra. La técnica al óleo brillante confiere luminosidad y vivacidad a la escena, enfatizando aún más el mensaje positivo. Realizada en 1994, la obra testimonia una visión personal e íntima del artista, que transforma los vínculos familiares en una celebración colorida y fantástica, donde los elementos naturales y animales conviven pacíficamente con los humanos en una ideal dimensión de serenidad y belleza.

PENSAMIENTO POSITIVO

Retrato de la familia del pintor, como símbolo de un nuevo comienzo positivo.

“Pensamiento positivo” es una obra de 1994, que representa una escena surrealista ambientada en una playa con el mar al fondo. En el centro de la composición se encuentra una figura masculina sentada sobre una gran flor roja, que viste solo un bañador de lunares. La figura tiene un cachorro de tigre en el hombro y otro cachorro de tigre en el regazo. A la derecha, una mujer con cabello rizado castaño claro, está sentada junto a una niña vestida de amarillo, que sostiene un pequeño loro “inseparable” entre las manos. Junto a ellos se encuentra una jirafa que emerge de la arena. En primer plano en la playa hay algunas focas o leones marinos. El cielo está poblado por numerosas gaviotas blancas en vuelo, mientras que al fondo se ven nubes azul oscuro que contrastan con un cielo más claro.

Técnica pictórica:

La obra está realizada con la técnica del óleo brillante sobre lienzo, como se indica en la descripción. El artista utiliza una paleta de colores vivos y contrastantes, con predominio de azules intensos para el cielo y el mar, tonos cálidos como rojo y naranja para la gran flor central, y blancos luminosos para las gaviotas. La pincelada aparece lisa y detallada, con una representación realista de las figuras humanas y de los animales que contrasta con el planteamiento surrealista de la escena. La composición está equilibrada entre elementos terrestres (la playa con los personajes) y aéreos (el cielo con las gaviotas), creando un sentido de armonía visual.

Elementos simbólicos, significados ocultos:

El título “PENSAMIENTO POSITIVO” sugiere inmediatamente el tono optimista y soñador de la obra. La presencia de animales salvajes (tigres, jirafa) en pacífica convivencia con los humanos simboliza la armonía con la naturaleza y quizás un deseo de retorno a un estado de inocencia primordial. Las gaviotas en vuelo representan probablemente libertad y aspiraciones elevadas, mientras que la gran flor roja sobre la que se sienta la figura masculina podría simbolizar vitalidad, crecimiento y belleza. Siendo un retrato de la familia del artista, como se indica en la descripción, la obra asume una dimensión personal y afectiva. La elección de representar a sus seres queridos en este ambiente fantástico e idílico revela el deseo de proyectar a su propia familia en una dimensión de sueño y protección, lejos de las dificultades cotidianas. Los animales exóticos representan cualidades que el artista atribuye a sus familiares: fuerza y valentía (tigres), dulzura y adaptabilidad (jirafa).

Conclusión:

“PENSAMIENTO POSITIVO” es una obra que fusiona elementos realistas y surrealistas para crear un retrato familiar cargado de simbolismo y esperanza. El artista, a través de esta representación onírica de su propia familia, expresa un mensaje de optimismo y armonía, en línea con el título mismo de la obra. La técnica al óleo brillante confiere luminosidad y vivacidad a la escena, enfatizando aún más el mensaje positivo. Realizada en 1994, la obra testimonia una visión personal e íntima del artista, que transforma los vínculos familiares en una celebración colorida y fantástica, donde los elementos naturales y animales conviven pacíficamente con los humanos en una ideal dimensión de serenidad y belleza.