NATURALEZA MUERTA CON MARIPOSAS

1978, 50x70cm, Óleo brillante sobre lienzo

NATURALEZA MUERTA CON MARIPOSAS

Esta naturaleza muerta está ambientada en el pueblo de Santarcangelo di Romagna (Italia) del cual se ve el famoso Arco Ganganelli. Dos hermosas mariposas participan en la belleza del cuadro. Colores vivos entretienen al observador poniéndolo a gusto con tranquilidad y armonía.

La obra “Naturaleza Muerta con Mariposas”, realizada en 1978 con óleo brillante sobre lienzo, une la tradición pictórica de la naturaleza muerta con un paisaje urbano de gran encanto, regalando al espectador una escena que transmite serenidad y armonía.

Una fusión entre interior y exterior:

El cuadro está estructurado como una ventana abierta a Santarcangelo di Romagna, con el icónico Arco Ganganelli que se alza en el fondo, enmarcado por un cielo límpido y una elegante plaza con edificios de tonos cálidos. La ciudad se funde con la dimensión doméstica en primer plano, donde una rica naturaleza muerta está dispuesta sobre una superficie de piedra desgastada por el tiempo.

La abundancia de la naturaleza:

En primer plano, encontramos una cuidadosa composición de frutas y objetos:

  • Una ampolla de vidrio llena de vino tinto, símbolo de la convivialidad y los placeres de la mesa;
  • Una antigua tetera de cobre, que evoca el calor de la vida cotidiana;
  • Uva blanca y negra, melones, melocotones, peras y tomates, emblemas de la fertilidad y la generosidad de la tierra;
  • Un plato y una jarra, detalles que añaden un sentido de realismo a la escena.

Las mariposas y el paño rojo:

Dos espléndidas mariposas, una posada en la pared y la otra suspendida en el aire, confieren ligereza y movimiento a la composición, sugiriendo un sentido de libertad y delicadeza. El paño rojo, que se abre como un telón sobre la ciudad, añade un toque teatral y escenográfico, dando profundidad al cuadro y envolviendo al observador en una atmósfera cálida y acogedora.

Una invitación a la contemplación:

La obra transmite una sensación de tranquilidad y armonía, creando un vínculo entre el pasado y el presente, entre la simplicidad de la vida cotidiana y la belleza atemporal de Santarcangelo di Romagna. Una celebración de la naturaleza, la cultura y la vida de pueblo, representada con colores vibrantes y detalles refinados.

NATURALEZA MUERTA CON MARIPOSAS

Esta naturaleza muerta está ambientada en el pueblo de Santarcangelo di Romagna (Italia) del cual se ve el famoso Arco Ganganelli. Dos hermosas mariposas participan en la belleza del cuadro. Colores vivos entretienen al observador poniéndolo a gusto con tranquilidad y armonía.

La obra “Naturaleza Muerta con Mariposas”, realizada en 1978 con óleo brillante sobre lienzo, une la tradición pictórica de la naturaleza muerta con un paisaje urbano de gran encanto, regalando al espectador una escena que transmite serenidad y armonía.

Una fusión entre interior y exterior:

El cuadro está estructurado como una ventana abierta a Santarcangelo di Romagna, con el icónico Arco Ganganelli que se alza en el fondo, enmarcado por un cielo límpido y una elegante plaza con edificios de tonos cálidos. La ciudad se funde con la dimensión doméstica en primer plano, donde una rica naturaleza muerta está dispuesta sobre una superficie de piedra desgastada por el tiempo.

La abundancia de la naturaleza:

En primer plano, encontramos una cuidadosa composición de frutas y objetos:

  • Una ampolla de vidrio llena de vino tinto, símbolo de la convivialidad y los placeres de la mesa;
  • Una antigua tetera de cobre, que evoca el calor de la vida cotidiana;
  • Uva blanca y negra, melones, melocotones, peras y tomates, emblemas de la fertilidad y la generosidad de la tierra;
  • Un plato y una jarra, detalles que añaden un sentido de realismo a la escena.

Las mariposas y el paño rojo:

Dos espléndidas mariposas, una posada en la pared y la otra suspendida en el aire, confieren ligereza y movimiento a la composición, sugiriendo un sentido de libertad y delicadeza. El paño rojo, que se abre como un telón sobre la ciudad, añade un toque teatral y escenográfico, dando profundidad al cuadro y envolviendo al observador en una atmósfera cálida y acogedora.

Una invitación a la contemplación:

La obra transmite una sensación de tranquilidad y armonía, creando un vínculo entre el pasado y el presente, entre la simplicidad de la vida cotidiana y la belleza atemporal de Santarcangelo di Romagna. Una celebración de la naturaleza, la cultura y la vida de pueblo, representada con colores vibrantes y detalles refinados.