APOLO Y MARSIAS
1980, 80x100cm, Óleo brillante sobre lienzo

Este cuadro idéntico al original de la famosa pintura de Jusepe de Ribera. Apolo somete al sátiro Marsias a un castigo por haber osado desafiar a un dios a tocar una flauta.
La obra Apolo y Marsias, realizada en 1980 con óleo brillante sobre lienzo, es una reproducción fiel del célebre cuadro de Jusepe de Ribera, reinterpretando con gran maestría uno de los mitos más crueles de la mitología griega.
La escena representa el momento en que Apolo, el dios de las artes y la música, castiga a Marsias, el sátiro que había osado desafiarlo en una competición musical. La composición transmite toda la dramaticidad del mito: Apolo, envuelto en un manto rosado que flota en el aire, inflige el terrible castigo a Marsias, quien yace tendido y atado a un árbol, con el rostro deformado por el dolor y la desesperación. La tensión es palpable, amplificada por el uso magistral de la luz y por el fuerte contraste cromático que acentúa la crudeza del episodio.
En el suelo yacen los instrumentos musicales: un violín y una flauta, símbolos de la competición musical entre ambos. En el fondo, algunos observadores asisten con expresiones atónitas y sufrientes, reforzando el sentido de drama e inevitabilidad del castigo divino. El cielo, pintado con tonalidades intensas de naranja y azul, crea una atmósfera surrealista y casi onírica, contribuyendo a hacer toda la escena aún más intensa y cautivadora.
Los colores vívidos y el brillo del óleo realzan la potencia visual del cuadro, que logra rendir homenaje a la obra original de Ribera manteniendo sin embargo una propia identidad artística. La maestría de la ejecución y la fidelidad a los detalles hacen de esta obra una representación extraordinaria de uno de los mitos más fascinantes y dramáticos de la antigüedad.

Este cuadro idéntico al original de la famosa pintura de Jusepe de Ribera. Apolo somete al sátiro Marsias a un castigo por haber osado desafiar a un dios a tocar una flauta.
La obra Apolo y Marsias, realizada en 1980 con óleo brillante sobre lienzo, es una reproducción fiel del célebre cuadro de Jusepe de Ribera, reinterpretando con gran maestría uno de los mitos más crueles de la mitología griega.
La escena representa el momento en que Apolo, el dios de las artes y la música, castiga a Marsias, el sátiro que había osado desafiarlo en una competición musical. La composición transmite toda la dramaticidad del mito: Apolo, envuelto en un manto rosado que flota en el aire, inflige el terrible castigo a Marsias, quien yace tendido y atado a un árbol, con el rostro deformado por el dolor y la desesperación. La tensión es palpable, amplificada por el uso magistral de la luz y por el fuerte contraste cromático que acentúa la crudeza del episodio.
En el suelo yacen los instrumentos musicales: un violín y una flauta, símbolos de la competición musical entre ambos. En el fondo, algunos observadores asisten con expresiones atónitas y sufrientes, reforzando el sentido de drama e inevitabilidad del castigo divino. El cielo, pintado con tonalidades intensas de naranja y azul, crea una atmósfera surrealista y casi onírica, contribuyendo a hacer toda la escena aún más intensa y cautivadora.
Los colores vívidos y el brillo del óleo realzan la potencia visual del cuadro, que logra rendir homenaje a la obra original de Ribera manteniendo sin embargo una propia identidad artística. La maestría de la ejecución y la fidelidad a los detalles hacen de esta obra una representación extraordinaria de uno de los mitos más fascinantes y dramáticos de la antigüedad.